jueves, 4 de noviembre de 2010

10. Otras facetas del Erasmus (¡no todo va a ser fiesta!)

Hoy toca actualización. Vaya que si toca... Y es que tengo muchas cosas que contar y mucho más interesantes que el rollo que os metí la última vez (mis disculpas por eso, no se puede tener siempre una vida interesante, que queréis que os diga :P).
Voy a intentar resumir al máximo, pero me va a costar lo mío, creo que voy a tener que partir la actualización en varios volúmenes...

Y lo primero que os voy a contar será relacionado con la uni, para variar ;) Porque en el fondo, también estoy aquí para estudiar, no solo para salir de fiesta y vivir aventuras... ejem.

UNI


La semana pasada empecé las prácticas de laboratorio. Yo, como siempre, dejando todo a última hora, me puse a traducir el guión de prácticas por la mañana. Y debido a esto, el día transcurrió de la siguiente manera...

Me levanté a las 9 de la mañana y encendí el ordenador. Después de pasar por facebook, gmail, hotmail, ADV, TQD, CuantaRazón, etc., etc. decidí que ya iba siendo hora de ponerme a trabajar de verdad. ¡Ah! pero primero una ducha y un desayuno, ¿no? total, ¿qué prisa hay?

Al final eran las 10 cuando me puse manos a la obra. Cual fue mi sorpresa, cuando la primera frase que traduje del guión era: "Al inicio de la práctica se entregará un formulario que deberá ser rellenado por el estudiante a fin de demostrar sus conocimientos teóricos previos a la prueba". Schaisse! En ese momento el miedo me paralizó por completo, porque... ¿sabéis que significaba eso, no? ¡Significaba que no sólo me tenía que leer la práctica si no que encima tenía que estudiar los apuntes de clase para que ser examinada! Ah, y para más inri aprender alemán para entender las preguntas, por supuesto. Oh, y para añadir un poco más de emoción a la cosa, sólo tenía 5 horas para hacerlo... tic tac... tic tac..
En esos momentos es cuando piensas: "Si tuviera al menos 6 horas..." ^^ Bueeno, y si hubiera hecho algo el fin de semana en lugar de salir de fiestaaa...

En fin, que me empezó a entrar el pánico. Empecé a buscar opciones alternativas: "si me salto esta clase aquí y esta otra allá puedo ir con el grupo de los jueves, y para entonces segurísimo que ya sé alemán" (mentira cochina, tod@s sabemos que desgraciadamente, no me miraría los apuntes hasta el miércoles por la noche, así que solo estaría alargando el sufrimiento unos días más). Al final descarté todas las segundas opciones, decidí echarle un par y me puse a traducir como si no hubiera mañana...

Vale, no os voy a engañar, estaba cagadita de miedo. Más que nada porque ya llevo aquí un tiempo y ya debería tener un cierto nivel de alemán que por supuesto, no tengo. Pero oye, ¿¿¿quién no ha oído esas historias de alumnos Erasmus que les van llorando a los profesores en busca de ayuda y comprensión, y que al final aprueban y todo???
Decidí probar esa estrategia aunque no me gusta demasiado porque me recuerda al peloteo clásico del cole, pero... sí, amigos/as, ¡¡¡funcionó!!!!

El profe resultó ser un tío súper amable y me dijo que normalmente los grupos eran de dos personas pero que podía hacer uno de tres personas en plan excepción y no os vais a creer mi suerte cuando os diga... ¡¡¡que ya conocía a una de esas dos personas!!! Universo... me quieres ¿no?

Total, que al final no tuve que preocuparme ni del idioma ni de las preguntas (todo se hacía en grupo, así que no tuve ni que sacar el boli de la mochila) y fue uno de los días más felices de mi vida (vale, estoy exagerando pero me alivió mucho que no se cumplieran mis malos presagios).

¡Ah! Pero es que al día siguiente tuve mi segunda práctica. Y si en la primera me cagué asusté por el tema de que me examinaran, esta me puso los pelos de punta pero por motivos distintos...

-Título de la práctica: BMI (body mass índex, más conocido "españolamente" como índice de masa corporal).


Apartado 3: "Todos los componentes del grupo deben medirse y pesarse para el cálculo de su IMC."

... ¿en serio? ¿Es necesario? Yo, que llevo evitando la báscula meses, siendo feliz comiendo lo que me da la gana, sin preocuparme del qué dirán porque total, es invierno y nunca vienen mal unas capas de grasa (vale, estoy volviendo a exagerar, a veces hay que dramatizar en beneficio de la literatura :P) de repente me encuentro que en un día me van a hacer la prueba del algodón, delante de mis compañeros y, encima, voy a tener que compararme con ellos. El sueño de toda mujer, pesarse en público. ¬¬'
En fin, hay que ser profesionales en esta vida, así que al día siguiente, me olvidé de todos los complejos, y me pesé, uu yeaaah!!! (¿qué opciones tenía? ¿Beber fairy y hacer flexiones toda la noche?) Y tampoco estuvo tan mal, oye, que no reventó la báscula ni nada por el estilo, y di un IMC bastante normalito, así que creo que el universo me sigue queriendo después de todo.

En fin, que estas son mis experiencias de laboratorio, pero también hay más, muuuuchas más. Que difícil es resumir... Pero va, hoy tengo el día de escribir, así que voy a contar un par de anécdotillas más y dejamos el resto para la próxima actualización (que será el año que viene a este ritmo... noooo, ¡espero que no!).

Bueno, si hay algo diferente aquí en Alemania, es el tema alimentación. Y esta vez os vais a cagar vais a alucinar, porque ¡¡¡he traído documentos gráficos!!! Jo, si es que... no me merecéis* :P

ESSEN und TRINKEN 

Como much@s ya sabréis (no sé si lo habré comentado en algún otro post) cada día como en el comedor de la universidad, más conocido como Mensa. Eso significa que no cocino y soy feliz, pero a parte de eso significa que tengo la oportunidad de degustar las diferentes variedades de platos de la región y alrededores. Por lo general, no suelen ser muy diferentes de las comidas españolas y gracias a dios puedes escoger entre varios platos cada día. Pero de vez en cuando, tienes un día un poco más aventurero y decides arriesgar y escoger el plato más raro de todos.

Eso mismo me pasó la primera (y última) vez que probé la exquisitez "Patatas fritas con mermelada de fresa y queso rebozado" (no apunté el nombre real, pero el día que lo vuelva a ver en el comedor, os busco la receta por internet para que veáis que no me lo invento). Siento mucho no tener foto de aquel momento, incluso una foto de mi cara hubiera sido bastante representativa. A ver, que tampoco era como para vomitar pero... no. Patatas fritas con mermelada: no. Os habéis pasado con la innovación aquí. No obstante, el queso rebozado no estaba tan mal (era el plato vegetariano del día, ellos sí que no tienen opciones, probes...) y las patatas tampoco estaban bañadas del todo por la salsa, así que mira, tampoco pasé hambre del todo. He pensado que quizás te acabas acostumbrando a este tipo de platos, igual un día hasta yo vuelvo a tener el día y lo vuelvo a probar, a ver si me gusta esta vez... ¡nunca digas nunca!

En cuanto a bebidas, primera regla a tener en cuenta en Alemania: nunca pidas agua. Pide agua SIN gas. Porque aquí por agua entienden que tiene que ser agua con burbujas. Es algo que no acabo de entender,¿ no son las burbujas de gas más artificiales que el agua natural? ¿No debería ser más fácil obtener agua sin gas que con él? Misterios de la vida sin resolver.
Para ellos les supone el mismo problema ir a Europa y que les den agua sin gas, me lo dijo el otro día una amiga que es de aquí y pensé: "estáis pirados" "¡Qué curioso!".

En fin, que uno de los documentos gráficos que os traigo es para que veáis cómo se compra el pescado en las tiendas. Para mí es algo bastante curioso, pero juzgadlo vosotr@s mism@s. Igual la loca soy yo...


Sí señor, pescado envasado como si fuera butifarra. Raro, ¿no?
Ah, y ya que estoy, para l@s amantes de la Batamanta, que sepáis que en el súper más famoso del lugar (el Mercadona de aquí, más conocido como Netto) podéis comprarla al módico precio de 9,98€. Mola eh???


Nada más por hoy, por una vez vamos a hacer un post sin referencia a fiestas nocturnas y demás, que siempre viene bien un poco de vida sana para variar (vale, a pesar de lo que os he contado del Mensa, también tienen muchos platos con verduras y están también muy ricos).

Pero prometo que la próxima vez no esperaré tanto, que aún os tengo que contar mis experiencias con las Stammtisch (tertulias) y también contaros como he empezado a relacionarme un poquiiiito con españoles. Pero casi nada, ¿eh? ;)
Un beso y hasta la próxima!

*Que sepáis que los documentos gráficos me han costado las mil y una: no podía pasar las fotos al ordenador porque descubrí que no tenía bluetooth, el programa para pasarlas con el cable al ordenador está obsoleto y no funciona con Windows 7. Al final, haciendo gala de mi ingenio ;) compré un adaptador de micro SD (me sentí muy McGiver) y ya podéis ver el resultado (Sara: 1; Windows7/ Samsung pc studio: 0).

sábado, 16 de octubre de 2010

9. Sick of parties...

Creo que ya va siendo hora de actualizar otra vez, que han pasado dos semanas desde la última y no quiero que penséis que me ha pasado algo malo...

Lo que no sé es que os voy a contar, porque se me han ido acumulando historias y me da pereza explicarlas todas... Vamos a hacer el típico esquema, basándome en las hipotéticas preguntas que sé que me haríais si estuviéramos hablando por teléfono :D

LAS CLASES

Llevo ya dos semanas de clase, y se podría decir que de momento he tenido suerte: no he tenido que hablar en ninguna de ellas ni participar, ya que eran clases de teoría (Vorlesons) y los profesores no están para gaitas, van directamente al grano porque quieren que vayamos preparados a las prácticas (miedo me da...).

En cuanto a si me entero de algo... la respuesta es: a veces. Puedo intuir de lo que se habla en clase, pero no lo pillo todo. He cogido un diccionario de la biblioteca, pero he de decir que es bastante pobre y la mitad de palabras no aparecen en él. Me gustaría tener un diccionario electrónico como el que tienen los chinos (si es que nos llevan años de ventaja...) o mejor, ¡una enciclopedia electrónica! O podría... ¡¡¡llevarme el ordenador y conectarme a internet en clase!!!

Sí, amigos y amigas, no os creáis que no lo he pensado, no soy tan tonta. Pero es que aquí te ponen tantas pegas a la hora de conectarte al wifi que parece que les cueste millones mantener la línea... En primer lugar tienes que crear manualmente la conexión siguiendo unas instrucciones en una página web (primera pregunta: ¿cómo me conecto a la web si no tengo internet? Ah, amigo, está todo pensado: vete a tu casa y déjalos trabajar tranquilos, no les gustan las preguntas impertinentes :P). En realidad, más que instrucciones yo diría que son acertijos. Ni siquiera los pantallazos te dan pistas de dónde hay que entrar, y por supuesto, no vas a encontrar las instrucciones en otro idioma que no sea alemán.
En segundo lugar, tienes que pedir un certificado. Para ello te descargas un papel de internet y lo llevas a la universidad con tus datos escritos. Luego ellos te mandan un correo cuando les apetece, para que te descargues los certificados necesarios. Si has conseguido llegar a este punto (de los del curso de alemán, de momento soy la única que sigue intentándolo, ellos creen que para el tiempo que van a estar aquí no merece la pena tanto esfuerzo, jejeje), luego llega la parte en la que los certificados no funcionan, no tienes permisos o vete a saber que mil cosas pueden pasar. En mi caso es lo segundo: no tengo permiso para usarlos. Vaya, curioso, me mandan un correo personalizado pero ahora resulta que no era para mi, ¿o cómo va eso?

En fin, a ver si esta semana consigo vencer al sistema y me internetizo, que ganas tengo, ya.

EL IDIOMA

Como siempre estáis tan pesaos (y pesás, jeje) con el idioma, hago otro apartado. Sí, sigo sin hablar alemán. Lo entiendo un poco más pero no lo suficiente, pero sigo optimista y creo que dentro de unas semanas me volveré a lanzar a intentarlo. De hecho...

TÁNDEMS

La semana pasada empecé con los tándems, que es aquello de que yo enseño español (¡y catalán!) y a mí me enseñan alemán . La verdad es que fue breve y no demasiado... digamos útil, porque no nos habíamos preparado nada y no sabíamos muy bien como hacerlo. Pero oye, ¡por algo se empieza!
La semana que viene pensaré en algo antes de ir y aprovecharé más el tiempo.

Esto se está haciendo muy aburrido, así que voy a pasar a explicar cosas más interesantes...

FIESTAS


No sé quién dijo que los Erasmus se pasaban todo el día de fiesta... pero tenía razón. Al principio sales porque claro, hay que conocer gente. Luego no te quieres perder ni una, te las pintan todas como si fuera la fiesta del siglo, que no va a haber otra igual... y claro, picas, inocente de ti. Pero luego te das cuenta de que después de esa fiesta vienen 50 más... Para que os hagáis a la idea: estas dos semanas ha habido una fiesta por día (sin contar que a veces puedes hasta escoger entre varias). El único día de descanso es el domingo, y ni eso, que también organizan actividades por la tarde.

Yo, después de haber intentado seguir el ritmo de fiesta non-stop 3 días consecutivos, me dije: "Nunca más, ya no tengo edad para estas cosas". Mis amigos me decían que se me notaba el cansancio en la cara pero... "Va, vente esta noche, ¡ya descansarás el fin de semana!". ¬¬' si, ¿seguro?
Al final conseguí sacar fuerzas para plantarme (os aseguro que es difícil decir que no a estas cosas, te insisten demasiado) y de momento he cumplido: no he salido en dos días. Y eso que ayer fue fiesta en plan americano (en casa de un amigo de un amigo, la gente paseándose por ahí sin conocer al dueño, me imagino que beberían de un embudo en plan garrulo, y todos gritando: ¡¡¡TRAGA, TRAGA, TRAGA!!! etc. etc.). Pero bah, con lo bien que se está en casa tapadita con mi mantita, bebiendo chocolate caliente y viendo pelis...

Y anteayer también fue macrofiesta en Erfurt. La verdad, viniendo de donde vengo (España, el país de la fiesta por antonomasia) van a tener que esforzarse mucho para impresionarme. Así que eso de: "esta fiesta va a ser legendaria..." ¡que lo demuestren! Yo hasta que no vea una carrera de pingüinos, no les daré mi visto bueno ;)

Arf! Tengo que dejarlo por hoy, que en dos horas me voy de fiesta... Sí, lo sé, ya sé lo que acabo de decir (soy incoherente, ¿qué pasa? :P). Pero es que hoy hay comida gratis, ¡¡¡no se puede decir que no a la comida gratis!!! Ya os explicaré en el próximo post si pasa algo interesante... ;)

Un beso y ¡¡¡hasta pronto!!!

lunes, 4 de octubre de 2010

8. Primer día: ¡se acabó lo que se daba!

Pues como reza el título, hoy ha sido mi primer día en la uni. Creo que esto merece una entrada por lo menos, así que aunque estoy un poco hecha polvo, voy a contar un poco como me ha ido, ante todo rigor informativo.

Las clases han empezado a las 7:45h (AM) así, como quien no quiere la cosa... He llegado súper puntual, ya que me entra el miedo cuando pienso qué ocurriría si llegara tarde y al profesor se le ocurriera preguntarme el motivo de mi retraso. Los lúgubres pensamientos que vienen a mi cabeza suelen ser, por ejemplo:

a. El profesor se da cuenta de que no entiendo ni papa de alemán. Da el parte a la Oficina Internacional de Estudiantes. Me dan la charla, se sienten engañados y decepcionados, esperaban mucho más de una estudiante española (ejem... podría pasar, hipotéticamente). Me mandan para casa. Fin de la aventura.
b. El profesor se piensa que soy algo tontita. Hace un comentario chistoso. Toda la clase se ríe de mi. Ni siquiera sé de qué están riendo (¡pero yo también quiero saber el chiste!). Automáticamente me convierto en la rara y no hago ni un amigo en todo el curso. Me quedo sin apuntes. Fin de la aventura.
c. Milagrosamente, surge del rincón más recóndito de mi cerebro, el alemán adquirido subliminarmente* estas semanas. Doy el discurso de mi vida, de esos con aplauso al final. El profesor se da cuenta de que no entiendo ni papa de alemán. Da el parte a la Oficina Internacional...
d. Me entra el miedo escénico y salgo corriendo de clase sin abrir la boca . Quedo como una idiota. Debido a la vergüenza que me da el haber hecho tamaño ridículo, no vuelvo jamás de los jamases a esa clase. Fin!


*Me encantaría que eso pasara...


En fin, cualquiera de estas cosas podría pasar, así que ¿para qué arriesgar? Mejor llegar 20 minutos antes (es broma, he llegado dos minutos antes, y más que suficiente :P). Pero tampoco os creáis que son tan puntuales, el profe ha llegado un par de minutos tarde también, ¿eh? Para que luego digan de los españoles, ¡ja!
Jejejeje

Total, la primera clase ha sido un horror. También tengo que decir que tengo una especie de otitis en el oído izquierdo y estoy un poco sorda, lo cual es algo realmente incómodo ya de por sí, pero añádele un par de alumnas chismosas en el lado del oído bueno, un profesor que habla bajito, una pizca de sueño y ¡bum! Ingredientes perfectos para que la clase se convierta en una perfecta tortura y en una desmotivación máxima.

Después de la clase, con mi súper horario, tenía un hueco de 8 horas hasta la siguiente clase, así que me he dicho: ¡A la cama y no se hable más!
Pero las cosas se han truncado un poquitín, y a estas horas (son las 10 casi) aún no he podido pegar ojo.

Hagamos una lista de cosas "guays" que me han ido sucediendo a lo largo del día, y han hecho que fuera un día "perfecto". Ejem.

-  He ido al súper y cuando iba a pagar, he roto un paquete de mozarrella, desparramando todo el líquido por el suelo. Por suerte han sido buenos y no he tenido que pagarlo, pero ¡qué mal rato he pasado!
- Cuando he llegado a casa y me disponía a meterme la siesta de mi vida, ha sonado el teléfono. Era uno de los del curso que había llegado antes de tiempo a la uni (así como 2 horas antes de lo previsto, tan puntual siempre este chico...) y estaba solo. He tenido que ir a socorrerlo, porque el pobre vive a 50 minutos y no era plan de decirle que se volviera a casa. Maldita alma caritativa...
- Antes de salir de casa he pensado en plancharme el flequillo, que iba con unos pelos mu' locos. Se me ha caído la plancha al suelo. Se ha roto la placa. ¡Maldita sea, qué me pasa hoy!
- He ido a la farmacia aprovechándome de que tenía traductor personal (dos, porque por el camino me he encontrado a uno de los tutores y entre él y mi amigo, me han ayudado a preguntar :) ). No tenían nada para mi dolencia (la del oído), ni siquiera agua oxigenada (ni saben lo que es eso), me han dicho que fuera al médico. Ya veremos que hago, de momento esperaré a que se me cure solo...

Y después de esto, he ido a tomar cafés, comer, pasear por el parque (es que hacía tan buen día...) y otra vez para clase.
Esta vez ha sido mucho más gratificante. El profe ha usado diapositivas con un montón de imágenes ilustrativas (¡viva barrio sésamo!) y de vez en cuando alguna frase suelta en inglés. Se podría decir que he entendido el 75% de la clase, siendo optimistas. He cogido mogollón de apuntes, eso sí (5 hojas a doble cara, ¡qué productiva!).
Esto hubiera sido un buen repunte para mi pésimo día. Peeero... no, no podía quedarme de brazos cruzados. Tenía que rematarlo de alguna manera... snif.


Al acabar la clase he decidido hablar con mi profesor. No lo hubiera hecho si no fuera porque todos mis compañeros del curso sí lo han hecho, aconsejados por sus tutores. Cómo yo soy un poco huérfana en ese sentido, no me he enterado hasta el mediodía, en la comida, de que era lo aconsejable, presentarse al profesor para que supiera que en su clase hay un alien observando (y con ALIEN me refiero a AusLändIscher studEntiN;) - me ha costado pero lo he conseguido, jeje) así que le he echado huevos valor y he ido yo también.

Pero, como ya debéis saber a estas alturas, hoy no es mi día.

He empezado hablando en mi pésimo alemán: "Hallo, ich bin eine Ausländische studentin und sorry, can I speak in english?" (lo sé, los nervios me pueden en estas situaciones y la cago un poquitín, debería haber dicho un par de frases más en alemán para dar el pego, pero qué se le va a hacer...).
La sorpresa ha sido cuando el profe me ha empezado a hablar en un tono algo amenazante, y me ha dicho que en clase la mayoría de alumnos eran alemanes y que no sería justo para ellos (en este punto ya estaba yo pensando: "que me echan, que me echan de la uni!!! :S" ) cuando de repente me suelta: "Así que no, ¡no puedo dar la clase en inglés!"

Un momento. Para... ¿¿¿Cómorrrrrrrr???
Creo que aquí ha habido un malentendido...

He llegado a la conclusión de que el hombre no se esperaba ese viraje tan brusco alemán-inglés que le he hecho en mitad de la frase y se ha liado, a mi a veces me pasa. Pero en ese momento, me he quedado tan atónita que me ha costado darle una explicación. Mira que imaginarse que le estaba pidiendo que cambiara su manera de dar las clases...  Al final he conseguido explicarme, con la cara roja con un tomate y atropelladamente, ya que mi nerviosismo ha incrementado de manera exponencial en pocos minutos.

Así que nada, no tengo un amigo pero tampoco un enemigo, jeje. La verdad, me ha dejado un sabor un poco agridulce esta cagada monumental, pero estoy segura de que el cansancio también me hace ver las cosas de una manera un poco pesimista, mañana esto será tan sólo una anécdota graciosa (espero, porque vuelvo a tener clase con este hombre, y no quiero tener que recurrir al "pensamiento negativo d."...).

Bueno, para ser Lunes, no ha estado tan mal... ;)
Estoy cansada y creo que he escrito demasiado por hoy. Ya os iré contando que tal el resto de la semana, a ver si aprendo algo ;)

Un beso a l@s lector@s, que sepáis que os agradezco que lleguéis al final de estas interminables lecturas. Algún día habrá premio, jeje. De momento, ¡¡¡suerte y que paséis una feliz semana!!!

sábado, 2 de octubre de 2010

7. Última semana de libertad

Hace tiempo que no escribo, me gustaría hacerlo más, pero es que este ritmo que llevan los alemanes, agota un poquitín. Tengo un montón de historias que contar acumuladas, así que mejor que empiece ya...
Y, ¡cómo no! En estos casos lo mejor siempre es hacer un esquema, para que nadie se pierda, jejeje.

1. La Uni


Todavía no he empezado las clases, pero la buena vida está llegando a su fin. El temporizador está agotando las últimas horas que me quedan de libertad (al comienzo de este post quedan 45h : 08' : 35''... 34''... 33''...) y aquí me tenéis, intentando resolver los horarios imposibles que tiene esta gente.  Os cuento...
Tengo que coger 7 asignaturas este año más el proyecto. Las 7 asignaturas son de diferentes semestres (es decir, del primer-segundo-tercero-cuarto-quinto y sexto semestre). Algunas asignaturas son anuales, es decir, ocupan dos semestres (obviamente :P), y esto significa tengo un puzzle que resolver de más de 5000 piezas. ¿Por qué? Pues porque aquí las asignaturas cambian cada semana de horario (¡diversión a tope!), y en cada una de ellas hay que escoger los diferentes subgrupos (20 subgrupos por asignatura, ¡buena suerte!). Me siento como un malabarista, con tantas cosas que manejar a la vez... Por si no tuviera suficiente problema ya con el idioma, ahora tendré que dedicar una hora a la semana a rehacer mis horarios, ¡maldita sea!

En fin, deseadme suerte.

2. Mi semana libre

Ahora voy a hacer como en el cole, cuando te ibas de fin de semana y te hacían explicar que habías hecho con pelos y señales, jejeje.

Esta semana la verdad es que no he hecho cosas remarcables. Ayer fui de compras a Erfurt (capital de la provincia donde estoy) y acabé molida - por cierto que mi objetivo principal era ir a Ikea, y fue el único sitio adonde no fui, curiosidades de la vida.
Por la mañana estuve con el delegado de Biomedicina y me ayudó a entender un poco mejor el sistema de la facultad (si es que se le puede llamar entender, porque ahora me siento más perdida que antes, con esto de los horarios cambiantes...). Este encuentro me dejó muy animada, ya que me dijo que íbamos a ir juntos por lo menos a 3 asignaturas y que podía sentarme con él, que me iría traduciendo. Yo le dije que con que me dejara los apuntes, ya me hacía feliz, jiji. Así que de momento, me han solucionado un poco la vida, por lo menos en esas tres asignaturas, el resto ya se verá...

Y que más... fiestas pocas, viajes pocos... ¡Ah, sí, ayer ayudé con el traslado de un sofá! Rara anécdota, ¿eh? jejeje. Es algo que tengo que contar porque es muy muy curioso, la verdad.

Aquí en Jena, hay una página web dónde gente - por lo general joven - que madura se cambia de piso, decide vender sus trastos viejos (muebles, electrodomésticos, etc.) por un precio muy muy pero que muy asequible. Algunos ejemplos que he visto hasta la fecha son:
- Nevera. De segunda o tercera mano, pero se ve bastante bien. Precio: una caja de cervezas.
- Microondas. De segunda mano, también bastante decente (más que el que tengo yo en casa). Precio: pasar 45 minutos con el vendedor tomando un café. Mola, ¿eh?

En fin, que una chica del curso de alemán se compró un sofá a través esta web y nos pidió ayuda para trasladarlo (precio del sofá: 87 euros, pero es que esta vez era un señor sofá, de hecho ella lo va a utilizar como cama...).
Total, que allá que nos fuimos, en un Opel Corsa (parece de chiste) de uno de los del curso, a por el sofá-cama de dos piezas. Venga va, esto se merece un apartado propio...

3. El traslado del sofá

Como iba diciendo, fuimos 5 personas a ayudar con la mudanza. Cuando conseguimos localizar el portal (tras perdernos unas cuantas veces) se nos ocurrió preguntar el piso en el que estaba. La chica nos dijo: "Pues con la suerte que tenemos, seguro que vive en un 5º sin ascensor".
Efectivamente, dio en el clavo... empiezo a sospechar que ella ya lo sabía, pero no nos lo dijo para que no nos echáramos atrás.

En fin, que bajamos el sofá por las escaleras y nos dispusimos a meterlo en el coche, pero, como era de esperar, no entraba ni a la de tres. El pobre hombre se estaba poniendo de los nervios viendo cómo tratábamos a su sofá, nos decía: "Por favor, tratadlo con cariño" mientras casi le asomaba la lagrimilla en los ojos, y nosotros, ¡venga a darle golpes al pobre sofá! para conseguir meterlo en el minúsculo maletero.

No fue suficiente, así que llamamos a los refuerzos (se podía haber empezado por ahí, pero es que somos gente demasiado optimista, o tozuda, depende de por donde se mire jeje).
Esta vez trajeron un señor coche, con un maletero bien amplio (el vendedor ya se había subido a su piso, ojos que no ven corazón que no siente) y metimos la parte gorda del sofá.
Y en el Corsa, pues el resto del sofá y los cojines, que ya que habíamos llegado hasta allí, no íbamos a desaprovechar el coche.

La verdad es que estuvo divertido, y nuestra amiga luego nos invitó a cenar a su casa, en compensación por el esfuerzo. Por cierto, que ella vivía en un sexto (con ascensor, sí, pero sólo llegaba hasta el quinto piso).

¡Ah! Y casi se me olvida decir que estuve en el que podía haber sido mi apartamento...
Supongo que a estas alturas la mayoría sabéis que me tocó una plaza en una residencia estudiantil pero la cambié por un piso porque la resi estaba en el quinto... lejos, estaba muy lejos, en una zona llamada Lobeda que está a las afueras de la ciudad. Pues bien, en esa residencia en cuestión ahora tengo a tres amigos, los jordanos. Uno de ellos es la chica, la del sofá. Así que tuve la oportunidad de ver cómo habría sido mi vida este año, jeje.
No estaba nada mal, la verdad. De hecho, el piso era grande y espacioso, y con cocina y baño propios.
Que sí, que molaba. Peeero, sigue estando lejos, y casi prefiero una cocina sucia y unos compañeros ruidosos a tener que hacer cada día 50 minutos de trayecto para llegar a la uni, que queréis que os diga... vale, síiii, es difícil decidir que es mejor, digamos que ni me equivoqué ni tampoco hubiera pasado nada si me hubiera quedado a vivir allí. En cualquier caso, fue interesante verlo y seguramente volveré a menudo porque decidimos hacer nuestras reuniones en ese piso, puesto que es el más grande de todos (la dueña encantada, mientras no tenga que desplazarse ella... jejeje).

4. Weimar y Buchenwald

Me olvidaba que hace más de una semana que no escribo, y la semana pasada sí que hubo algún que otro viajecillo. Fuimos al campo de concentración de Buchenwald, en la ciudad de Weimar. Estuvo interesante, pero a la vez muy mal organizado. El tiempo era horrible (lluvia, niebla espesa, viento...), y digamos que era incómodo aguantar la audio-guía en una mano, con los auriculares cayéndose todo el rato, el paraguas en la otra mano y el mapa, y todo esto bajo el viento y la lluvia. A parte de eso, la visita era libre (cada cual a su bola) pero no pusieron hora límite ni punto de encuentro, con lo cual tenías que estar un poco pendiente del resto del grupo para no perderte, y era también algo incómodo.

Así que no fue la visita que esperaba. Pero, debido al mal tiempo, quedamos en que otro día organizaríamos otra visita todo el grupo (más la gente que faltó) así que consultaré un poco por internet, y iré más informada para poder entender un poco más los carteles del museo, a ver si esta vez me merece más la pena.

5. ¡Taráaaaa!


Que significa, ¡que en un par de horas me voy de barbecue! Llevo esperando este momento desde hace muuucho tiempo. ¡¡¡Es que molan!!! Ya os contaré que tal va ;)

Ahora me voy a seguir haciendo horarios que me he distraído demasiado con el blog, y quiero acabar los de esta semana antes de irme.

¡Hasta pronto y que paséis una feliz semana!

martes, 21 de septiembre de 2010

6. Frau Piruja, la malvada bruja

¡Hola! Hace días que no escribo, he dejado el blog un poco descolgado esta semana, pero es que desde que empecé las clases ¡no he parado! Por suerte o por desgracia, ya que por un lado no tengo tiempo de aburrirme y por el otro me gustaría poder descansar e incluso, quién sabe... ¡estudiar! Fíjate tú lo que son las cosas, yo diciendo esto...

En fin, que os podría contar infinitas historias que han ido pasando a lo largo de la semana: hemos hecho muchas excursiones, ya ha habido los primeros "flirteos" entre compañeros de curso (algún día os lo contaré, porque es gracioso lo rápido que se coge la confianza aquí la gente, jejeje) y muchas muchas cosas más.

Pero hoy, mis queridos niños y niñas, hoy... os tengo reservada una historia mejor. Va sobre una bruja muy malvada mujer muy peculiar que he tenido el "placer" de conocer esta misma tarde. Por suerte para mi, no la voy a volver a ver (o eso espero) porque menuda mala hostia la tía...

La cuestión es que, iba yo en el autobús charlando con una de las compañeras del curso (en inglés), cuando de repente entra una anciana con un par de muletas y se sienta a mi lado. Se nos queda mirando descaradamente durante un rato hasta que de pronto pregunta: "¿En qué idioma estáis hablando?".
Al principio he pensado: "Señora, métase en sus asuntos Es un poco cotilla esta mujer". Pero luego he decidido contestar amablemente, pensando que quizás era solo la típica curiosidad de persona mayor que se siente sola y tiene ganas de charlar con el primero que pasa.

Así que, sí, amigos y amigas, me he lanzado a hablar alemán. Yo, con mi "apenas una semana de clase", le he echado un par de narices y me he puesto a mantener una conversación, para que veáis las ganas que tengo de integrarme.

La mujer empieza a preguntar que qué hacemos en Alemania, que si era porque nos parecía muy bonita la ciudad a lo que le contesto: "sí, pero también hemos venido a estudiar aquí", que si hablábamos alemán, a lo que mi compañera le dice: "un poco" y yo contesto: "casi nada", pero añado un: "aunque estamos tomando clases para aprenderlo". Que si las clases de la uni las daremos en alemán: "Sí, es lo que tiene, por eso hacemos cursos de idioma".
De repente, después de un rato de intensa concentración por mi parte, para entender todo lo que me estaba preguntando,  la vieja bruja anciana mujer, se dirige a mi amiga, y le dice, como si no estuviera yo delante escuchando y con toda su mala hostia: "Pues no sé como se lo va a montar tu amiga si no entiende ni pizca de alemán".

 ¬¬' ... la madre que la parió...

Gracias señora, me ha subido usted la moral. Entonces, ¿¿¿en qué maldito idioma le estaba contestando??? ¿Es que estaba yo inventándome los diálogos mientras la vieja me contaba quizás, qué sé yo, que le dolía el pie y que qué mal que van siempre los transportes públicos? Y todo el esfuerzo que he hecho en cada frase, mientras mi amiga solo decía: "ya, ya" (que es lo que suele decir cuando no se entera de nada, lo tengo comprobado ;P ), intentando no contestar con monosílabos para salvar la situación (aunque no debería haberlo hecho, qué demonios), todo ese maldito esfuerzo ¿no ha significado nada?
Se le quitan a una las ganas de volverlo a intentar... Snif.

En fin, que ahora viene la parte que me ha consolado un poquitín. Después de esta trágica sentencia (y cuando digo sentencia, lo digo en todas sus acepciones) ha entrado otra mujer, cargada con unas bolsas enormes, que parecían muy pesadas. Se ha ido a sentar en frente de la bruja en cuestión, y la muy marrana ha puesto el bastón y ha dicho: "¡aquí no! ¡¡¡nein!!!!" Después de una larga discusión, en la que he llegado a la conclusión de que la vieja quería espacio para estirar las piernas, la mujer alemana se ha dado por vencida, y se ha ido con los trastos a sentarse a otro sitio (arrastrándose iba la pobre mujer por el autobús) pero a mi me ha servido para ver que no me tiene que afectar tanto la opinión de una desconocida, porque nunca se sabe, quizás no llegue a presenciarlo, pero puede que esté tan loca como lo estaba esta (hay que ver, hasta tiene moraleja esta historia, ¡cada día me curro más las entradas! :D).

Así que, si lo miramos por el lado bueno, he tenido suerte en el fondo de ver el segundo acto de Frau Piruja en el que destapaba su maléfica personalidad. Me felicito por mi suerte ^^.

Total, que así me van las cosas, intentando no desmoralizarme aunque a veces me cuesta mi esfuerzo, pero con muchos ánimos y ganas de hacer cosas (aunque a menudo quisiera hacer menos cosas y dormir más, en fin, ya me conocéis, que os voy a contar).

Creo que ya va siendo hora de despedirme, me cuesta ponerme a escribir porque siempre estoy cansada cuando llego a casa, pero una vez empiezo ¡no hay manera de parar! Aunque creo que está bien que no tenga tiempo, así no saturo el blog cada día, que sé que os estaba costando seguir el ritmo, jeje.

Por cierto, gracias por los comentarios, es una manera de saber que por lo menos alguien se molesta en leerme ;)

Un besito, y ¡hasta la próxima entrada!

miércoles, 15 de septiembre de 2010

5. Los comienzos siempre fueron difíciles

Ayer fue mi primer día del curso en alemán. No actualicé porque llegué un poco muerta a casa después de un laaaaaaaaaaaaaargo día, pero no os preocupéis, que ahora mismo os lo cuento todo con pelos y señales ;).

Nada más llegar al punto de encuentro, me percaté de que se estaban haciendo realidad todos mis sueños. Quiero decir, todas mis pesadillas. Efectivamente: todo el mundo hablaba alemán a la perfección, y yo era la única que no se enteraba de nada. Cuántas veces habré temido ese momento...

Total, que nos hicieron un test, a pesar de que a mi no me hacía falta ninguno para saber que el nivel más bajo del curso era incluso más alto que mi propio nivel.

(Pausa para reflexionar sobre la frase: 3...2...1... continuemos.)

Después del fatídico test en el que sorprendentemente conseguí sacar un maravilloso 8,5 sobre 60 y con el cual conseguí que empezaran a dirigirse a mi en inglés, y remarco: A MI, y SOLAMENTE A MI, incluso preguntaron por la española: "¿dónde está la española? Ah, ahí... ¿¿¿quieres que te traduzcamos????" Mmmmm, no gracias, ya estoy pasando suficiente vergüenza..., pues decía, que después de eso nos llevaron a dar una mini vuelta por la ciudad, explicándonos historias sobre los monumentos etc. que no os podré reproducir cuando me vengáis a ver porque, por desgracia, mi orgullo no me permitió aceptar una traducción (me daba bastante vergüenza que el guía tuviera que repetir las cosas dos veces, y la segunda para mí exclusivamente...). Que más da, ¿¿¿quién quiere saber porqué estuvieron media hora mirando el reloj de una sola aguja en el campanario, tampoco había para tanto, no???

Vale, reconozco que me da un poco de rabia perderme estas pequeñas cosas, pero poco a poco, iré cogiendo fluidez, por lo menos con el entendimiento (creo que habré dicho esta frase unas... ¿mil veces? Necesito autoconvencerme :S ).

Además del sentimiento de culpa por no entender ni una palabra, también me sentía un poco como... ¿el típico niño americano cuyo padre no va a los partidos de béisbol? Como dice Goyo Jiménez, no lo cuento, lo hago, jeje: Imagináos llegar al punto de encuentro y ver a todo el mundo en grupitos. Intentar introduciros en plan: ¡hola, yo también soy nuev@! pero darte cuenta de que en realidad, ellos no están solos. Tú sí. Porque... sí, señoras y señores, todos, asbolutamente todos, tienen tutor. Quieras que no, eso ayuda. Me sentí un poco huérfana en ese momento, porque además los tutores los esperaron a la salida de las clases. Y a mi me preguntaban: "¿dónde está tu tutor?" Mi respuesta, bajando la mirada al suelo era: "No tengo".

Snif. Pero dejando de lado esta triste experiencia, hay mucho más por contar, así que lo haré esquemáticamente, que es como acabo antes.


LOS COMPAÑEROS DE CURSO

Somos 14 personas: 7 chinos, 3 jordanos, 1 suizo, un francés, una húngara y yo. Nos separaron en tres grupos y milagrosamente, no voy sola a clase, voy con el francés. Curiosamente es con el que menos he hablado hasta ahora... pero eso ya lo dejamos para otro día, en que les haremos un análisis en profundidad (si me quedan ganas...).

Todos son muy majos, sobretodo la húngara y la jordana, que como también son chicas, hemos intimado más. Uno de los jordanos habla algo de español (bastante bien, por cierto) y también nos hemos hecho amigüitos. Y los chinos, pues se van conociendo, pero tengo problemas con la distinción. Hay un par que en cuanto se cambien de ropa ya no sabré quien es quien, pero bueno, tiempo al tiempo. Eso sí, son súper graciosos, ayer estuvieron media hora riéndose porque les enseñaron a hacer un truco con un billete de yen, era pa verlos, tienen una risa nerviosa muy pegadiza y además, son de los típicos que van cámara en mano, rollo los turistas que se ven siempre alrededor de la sagrada família... Nos dan momentos muy divertidos. Si es que ya se veía en humor amarillo, que estos chinos son muy de la broma, jejeje.

Ah, y los tutores, que por supuesto, también vienen a las visitas. También los hay muy simpátic@s, hay una chica que habla español a la perfección porque estuvo de Erasmus en España, y he hablado bastante con ella. Hay otro tutor que es Vietnamita (al que confundí con un estudiante chino, Dios me perdone, jeje) que lleva 6 años viviendo aquí (por eso es tutor, me parecía muy raro que no entrara en clase...).
Y luego el resto, que son muy agradables y se les ve con muchas ganas de ayudar.

Ayer fuimos a un pub por la tarde (visita organizada) y hoy hemos ido a la bolera. Ha estado muy bien, nos hemos divertido un montón y hemos estrechado un poco más los lazos. Lo malo es que no veo yo el tiempo libre para estudiar, pero bueno, no está mal para ir asentándose en la ciudad, he de decir que cada día estoy más a gusto aquí.

Por cierto, dato importante: el primer día comimos a las 10:30. Sí, sí, habéis leido bien: comimos. Pero no comer de comer un bocadillo como los de la hora del patio, o de desayunar, o deeee tomar un café. ¡No! ¡Comer de ir a un comedor y coger plato, cuchillo y tenedor! Hay que ver, lo que están haciendo conmigo estos alemanes... Casi me muero por la noche de hambre, claro, ellos cenaron a las 5 y yo hasta las 9, cuando me escapé del Pub, nada de nada. Voy a tener que adaptarme aún más a sus horarios, me están poniendo a prueba esta gente, ais.


MI TUTOR

Oh sí, os habréis estado preguntando todo este tiempo qué pasó con mi tutor, ¿verdad? Ya sé que no, pero va, ahora seguro que os he despertado un poco la curiosidad :P
Mi tutor apareció convenientemente el Lunes por la mañana. Digo convenientemente porque dio la casualidad de que cuando me llamó, yo estaba con el coordinador (el que asigna a los tutores) y pudo constatar que se había producido al menos un primer contacto. Así que de cambiar de persona, ni hablamos, pese a que ya tenía la mosca detrás de la oreja con este tío, tanto tiempo desaparecido...

Quedé con el susodicho a las 3 y la verdad es que me sorprendió, porque era muy majo (al contrario de lo que me esperaba). Me llevó a dar una vuelta rápida por la ciudad, explicándome cosillas interesantes, como que la torre más alta de Jena se construyó pensando en hacerle una torre gemela, que en conjunto representarían unas gafas en honor a Carl Zeiss y... en fin, cosas con las que ya os molestaré otro día.

Luego fuimos a la oficina del registro y al salir me dijo: "Bien, pues, ya está, ¡ya eres oficialmente alemana!" Es curioso, ¿eh? Pero aquí te obligan a registrarte como ciudadano alemán si vas a estar mínimo un año, así que pese a no hablar ni lo más mínimo su idioma, soy tan alemana como ellos, ale aleeee, :P jijiji.

También estuvimos mirando compañías de teléfono para hacerme un número alemán, pero quedamos en que mejor lo abriría hoy con más calma, cuando hubiera decidido entre las numerosas opciones.
Como era de esperar, hoy me ha dado plantón (lo he llamado yo y me ha dicho: ya te llamo yo por la tarde...). En fin, menos mal que ya no me queda papeleo por hacer, porque la verdad es que es un poco... digamos feliz, el hombre. Otro día os cuento por qué estaba desaparecido, aunque no tiene mucho misterio, pero ahora no tengo ganas :P

Y por hoy ya basta, ¿no? Hay muchas cosas, pero es imposible contarlo todo y tampoco quiero aburriros (más). Os lo creáis o no, he resumido. Cuidado, ¡que eran dos días de retraso acumulados! Así que... si nadie tiene nada más que decir, yo me abro pa' la piltren.

BIS MORGEN!

domingo, 12 de septiembre de 2010

4. Pizza alemana: el secreto no estaba en la masa

Hoy toca post breve. Garantía de ello es que lo escribo por la mañana porque dudo que pasen muchas cosas a lo largo del día: no tengo intención de salir de casa y voy a ponerme a estudiar como una condenada desde el momento en que ponga el último punto en este escrito.

Así que, como sé que ya os tengo algo cansad@s te tanta lectura, espero que esto sirva para que retoméis la confianza en mi blog (aunque conmigo nunca se sabe, jeje).

Al tema. La cuestión es que el otro día hablé de una anécdota sobre cierta pizza que hoy os voy a contar...

El día de mi llegada lo primero en mi lista era hacer una pequeña compra con víveres para esa noche y la mañana siguiente, y luego dios diría.
Le pregunté a mi compañera de piso dónde podía comprar a esas horas algo (eran las 7 de la tarde, pasadas) y ella me dijo que el súper más cercano era el más lejano (¿? os he pillao, jeje). Es decir, que el más cercano estaba cerrado. Pero que había una pizzeria por ahí, si quería cenar algo "de caliente" como dice mi mami.

Total, pallá que me fui. Había 50000 clases de pizza en ese sitio, y yo, que me había dejado el diccionario en casa, me puse algo nerviosa pensando que el camarero se estaba empezando a impacientar. Con lo que pedí la primera pizza con los ingredientes que consideré más españolizados (en cuanto al sonido de la palabra, ya me entendéis): tomaten, mozzarella, salami, peperone, y yo que sé si algo más, que quizás tampoco supe que era.

Llegué a casa, me puse a comer y... Dios, ¡a eso no había quién le hincara el diente! Un sabor que era como una mezcla de chile, guindilla, pimentón picante y vete tu a saber qué narices llevaba la pizza.

Días más tarde descubrí que las cosas no siempre son como suenan. Aquí peperone no es un tipo de embutido. Peperone según un diccionario que he encontrado por ahí significa:


peperone (m)
  1. pimienta, pimiento
  2. pimiento rojo, ají, chile, guindilla .

Además del peperone, les encanta cocinar con especias picantes, con lo cual, os podéis imaginar la mezcla explosiva. No obstante, podía haber sido peor. El chico con el que comí el otro día me contó que él es vegetariano, y le pasó exactamente lo contrario que a mi cuando se fue de viaje a no sé dónde. El pobre se encontró con unos trozos de carne que eran además el ingrediente principal, imaginaos...

Ale, y hasta aquí la anécdota de hoy. Voy a ver si hago algo de provecho con mi vida, un beso y ¡hasta el próximo post!

*Actualización: Antes de que se me eche nadie al cuello, sí, el pepperoni (embutido) también es picante (de hecho, para los puristas de la lengua, el nombre del pepperoni proviene del peperone, que en italiano es pimiento, pero que queréis que os diga, no me sé la etimología de todas las palabras, qué le vamos a hacer :P) pero os aseguro que el pimiento/chili ese era 10 veces más picante que el embutido, que casi me hace un agujero en la lengua. Ale, guten nacht y hasta pronten! jeje